¿Alguna vez has tenido un sueño?
No de esos que tienes en la noche y después olvidas, esos no. Hablo de los sueños que siguen contigo día tras día semana tras semana, las cosas que anhelas tener, ser o hacer en algún momento de tu vida.
Cuando yo era niño una de las cosas que recuerdo que soñaba era tener un camión grande y llevar a mis amigos a todas partes (mi papá tenía un camión así y salíamos casi cada fin de semana) imaginaba que podría ir a donde sea, incluso a los lugares que yo veía en televisión ¡y cómo sería mi propio camión no tendría que pagar pasaje así que iría gratis! (hasta que descubrí el combustible, el mantenimiento, los peajes, etcétera etcétera )
También recuerdo que soñaba con el día en que yo pudiera pagar a mis padres para que no trabajaran… y que hicieran lo que sea que quisieran.
Recuerdo querer vivir en una van como la de Scooby Doo XD
Tuve muchos sueños cuando niño, igual que todo el mundo.
La mayoría de nosotros soñamos con ser astronautas, con aprender artes marciales, con viajar por el mundo, con estar en televisión, y la lista sigue y sigue.
y si vamos un poco más profundo, podremos encontrar en los sueños que eran únicos de nosotros, los que la televisión y nuestros padres no implantaron, sino que nacieron en nuestro interior…
Para mí, el sueño de viajar el mundo … El sueño de tener un negocio que funcione sin yo estar presente… el sueño de tener la esposa que me complemente perfectamente…. Todos esos son sueños que fui desarrollando entre la niñez y la adolescencia.
Entonces algo extraño paso. Muchos le llaman vida. Otros le llaman problemas. Algunos dicen que es madurar. Yo diría que la presión de grupo. Llámalo como quieras, pero en cierto momento yo (y probablemente tú también) dejé de aferrarme a mis sueños y comencé a hacer lo que “tenía que hacer”. Comencé a tener aspiraciones parecidas a las de mis compañeros y amigos, y mi barco se fue hundiendo.
Solo soporté por un año.
Después de eso entonces regrese a mis metas, a ser el raro, a que las personas piensen que estoy loco, a tener miedo de decir las cosas a las que aspiro por miedo a que los demás se burlen de mis sueños… esa es la adolescencia de un super creador
No me interesa ir a estudiar en la universidad. Así que soy muy raro, estúpido y sin visión de futuro.
No quiero tener una novia hasta que esté más cerca de mis metas de vida. Así que soy un amargado.
No me interesa ir a parrandear con los panas, a menos que esté celebrando algún hecho importante. Así que soy aburrido y aguafiestas.
No creo que tomar un préstamo para construir y rentar sea una buena inversión para mi ahora. Así que soy una persona sin visión y un mal inversionista. Derrocho mi dinero.
Tengo el objetivo de a los treinta estar ganando 15,000 dólares al mes. Así que soy materialista y avaro.
Al mismo tiempo quiero hacerlo trabajando solo 60 horas al mes máximo. Así que también soy sumamente holgazán y nunca tendré éxito.
Ayudare a más de 25 personas a conocer a Jehová, cambiar su vida y dedicarse a servirle. Pero soy egoísta y un creído al pensar que puedo andar cambiando a la gente.
Y así sigue y sigue.
¿Qué es lo que te quiero decir con esto?
Solamente tú puedes ver el sueño, tu sueño
No te molestes con los demás porque no te entienden.
No esperes que tu mamá, que tu pareja, que tus amigos entiendan y te apoyen.
No es su sueño. Es tuyo.
¿Porque habrían de creerte si no has dado pruebas de poder lograrlo?
Hace poco más de cien años, para las personas volar era todo un sueño de locos.
Bueno, en 1890 los hermanos Wright fueron lo suficientemente locos como para hacer ese sueño una realidad.
Ahora es una realidad para todos.
Todo lo que conocemos hoy en día fue en un momento un sueño en la mente de alguien.
Incluso los cielos y la tierra fueron un pensamiento, un deseo en la mente de Dios antes de que el los creara.
¿Has leído la historia de José? Fue un joven al que Jehová Dios le dio unos sueños proféticos, en los que sus hermanos y todos los demás se inclinaban ante él, sueños en los que él era un rey, era líder de los demás.
¿Que paso cuando él les contó esos sueños a sus hermanos? No le creyeron. Lo odiaron. incluso lo vendieron como esclavo.
¿Pero que paso al final? José se apegó a sus sueños, y se cumplieron en sumo grado.
Tú debes de hacer lo mismo.
Incluso si no ves la forma en que podrán cumplirse, incluso si nadie cree en ti, incluso si hasta tú crees que son demasiado locos, incluso así sigue tus sueños.
Ah, por cierto, yo creo en ti, creo que tienes todo lo necesario para lograr tu sueño, y que lo que no tienes puedes adquirirlo en el camino.
Así que dime: ¿Cuál es tu gran sueño?